pexels-brett-jordan-8573113

Parte 1: ¿Todavía dejando lo importante para «después»?

(Lectura de aprox. 4 min)

Si eres de las que suele ir dejando cosas importantes para después, créeme, este post es para ti.

El término asociado a este mal hábito, (sí, es un mal hábito y no hay nada positivo en esto #sorrynotsorry) es procrastinación. Procrastinar es posponer de manera voluntaria e irracional el inicio o finalización de una acción sabiendo que esto tiene un impacto negativo en ti. Esto puede ser tanto en tu vida profesional, familiar o compromisos contigo misma, entre otros.

Antes de empezar de profundizar en el tema, tienes que saber que no estás sola y es más común de lo que crees. De hecho,  Joseph Ferrari, un psicólogo experto en el tema que ha estudiado e investigado la procrastinación por más de 25 años (¡sí, vein-ti-cin-co a-ños!), afirma que 1 de cada 5 personas en el mundo procrastinan y esta cifra va aumentando con el paso de los años. 

Como dije en un inicio, procrastinar es un mal hábito. Como todo hábito que se aprende y se repite en el tiempo, se puede desaprender. Algunos hablan de 21 días, otros de 33 días. El punto es que para romper este hábito vas a necesitar invertir una buena cantidad de tiempo especialmente si vienes haciéndolo por años. 

Es importante que sepas que hay algunas acciones que se pueden confundir con procrastinar. La primera es priorizar. Si tienes una larga to-do list, terminaste en el día lo más importante de esa lista y quedaron las tareas menos importantes pendientes, eso no es procrastinar, es priorizar. Seamos realistas. El día suele tener menos horas de las que necesitamos para hacer todo lo que queremos hacer. 

Y segundo, aplazar una decisión importante porque requiere tiempo pensarla bien. Si estamos empezando un proyecto completamente nuevo, muchas veces nuestras mejores ideas suelen venir después de un tiempo de «incubación creativa». Otra situación puede ser, no llevar a acabo una acción porque necesitas primero obtener una información antes de actuar. O, por último, posponer algo por circunstancias que están fuera de tu control. Creo que con la pandemia del Coronavirus, muchas nos hemos visto en esta situación. 

En esta publicación, quisiera que logres identificar por qué lo procrastinas. Una vez que identifiques por qué estás procrastinando, será mucho más fácil para ti desarrollar estrategias que te ayuden a que dejes de postergar lo importante.

Para ello, escribe dos listas, una lista con las tareas que nunca o (casi nunca) procrastinas y otra lista con lo que sueles procrastinar. Ahora compara ambas listas. ¿Qué tienen en común cada una de las listas? ¿Qué tipo de actividades sueles postergar?

Comúnmente, solemos procrastinar por las siguientes razones:

Desprecio: Simplemente, no nos gusta hacer esa actividad. 

Seguridad: No nos sentimos seguras de nosotras mismas haciendo esa actividad. Tal vez se trata de algo que no es precisamente nuestro punto fuerte y le damos vueltas para no hacerlo.

Distracción: Nos distraemos con facilidad. Ya sabes, una llamada por aquí, un mensaje por allá. ¿redes sociales?

Es demasiado: La actividad a realizar es muy grande y abrumadora. No sabemos por dónde empezar.

Creatividad bloqueada: Sentimos que se nos acabaron las ideas y  nos encontramos creativamente estancadas. 

¿Ya identificaste qué motivo te lleva a procrastinar? Ahora que lo sabes, ¿qué estrategias podrías realizar para que este ya no sea un impedimento? Más adelante les compartiré una publicación con ideas sobre qué hacer en cada uno de estos casos.

¡Un beso!

Compártelo en...

Share on facebook
Share on whatsapp
Share on pinterest
Share on email